El cáncer de laringe, comúnmente conocido como cáncer de garganta, se desarrolla en los tejidos de la laringe, la parte de la garganta que alberga las cuerdas vocales y desempeña un papel fundamental en el habla, la respiración y la deglución. Este tipo de cáncer se asocia con mayor frecuencia a factores de riesgo como el consumo de tabaco, el consumo excesivo de alcohol y determinadas infecciones víricas como el VPH.
Tratamiento
Dado que la laringe es esencial para funciones cotidianas como hablar y comer, el tratamiento requiere un enfoque meditado y preciso. Dependiendo del estadio y la localización del cáncer, el tratamiento puede incluir cirugía para extirpar los tumores, radioterapia para atacar las células cancerosas, quimioterapia para atacar el cáncer en todo el cuerpo y/o inmunoterapia para ayudar al sistema inmunitario a reconocer y combatir la enfermedad.
Opciones de tratamiento quirúrgico
La cirugía puede consistir en extirpar el tumor y el tejido canceroso cercano, incluidos los ganglios linfáticos afectados. La laringectomía extirpa la laringe, que puede afectar al habla, mientras que la disección del cuello se dirige al cáncer que se ha extendido a los ganglios linfáticos.
Opciones de tratamiento con radioterapia
La radiación externa envía haces de alta energía al tumor desde el exterior del cuerpo, mientras que la radiación interna sitúa la fuente cerca del cáncer. Técnicas avanzadas como la IMRT y la VMAT actúan con precisión sobre las células cancerosas protegiendo al mismo tiempo los tejidos sanos.
Opciones de tratamiento quimioterápico
La quimioterapia utiliza fármacos potentes para destruir las células cancerosas y puede administrarse antes o después de la intervención quirúrgica. Puede administrarse en forma de pastillas, inyecciones o a través de un catéter en el torrente sanguíneo.
Opciones de inmunoterapia
La inmunoterapia refuerza las defensas naturales del organismo para ayudar a reconocer y atacar las células cancerosas. Suele utilizarse en determinados cánceres avanzados o recurrentes.
Opciones de tratamiento con terapias dirigidas
La terapia dirigida bloquea moléculas específicas que las células cancerosas necesitan para crecer y dividirse. Estos fármacos suelen utilizarse junto con la radioterapia o la quimioterapia para un abordaje más específico.